Rumbo a Osaka

Al día siguiente el almuerzo fue en el ZikZin Cafe & Dinning y fue muy grato que a mi amiga, una eel a medio camino, y a su hijo, les gustara la comida. Andábamos tras pastas y ese lugar pareciera tener especialidad en ellas. Nos tomamos unos tragos, para poder obtener mis posavasos y nos fuimos en tren rumbo a nuestro siguiente destino: OSAKA.

Como dice la canción, "Andar en tren, es de lo mejor" es realmente toda una experiencia. Mi amiga quería que abordáramos a como diera lugar el SHINKANSEN, término para mi completamente nuevo, pero ya que ella es más nipona que yo, ya lo tenia resuelto. El Shinkansen es un tren de alta velocidad, y hay de diferentes precios dependiendo de la velocidad. De hecho van tan rápido que flotan sobre los rieles. Pero uno no se da cuenta de eso dentro del vagón, así que no se preocupen. No es que vayan a sentirse dentro de una montaña rusa o algo así.
Fue muy emocionante ver el famoso monte fuji en todo su esplendor, el día estaba precioso, aunque se fue nublando y nos tocó pasar incluso por poblados nevados antes de desembarcar en Shin-Osaka, nuestra estación final. En el camino pasa un carrito ofreciendo comida, jugos, agua, el periódico, y yo me compre un maravilloso helado de mandarina. En vasito. Acá en Chile vendían helado en vasito cuando yo era chica, pero ya no he vuelto a ver. Fue muy rico, ya que el sabor fue bastante familiar y no extraño, como pudo haber sido.

Fue un lindo viaje, si mal no recuerdo fueron unas 3 horas y media de viaje llegamos cuando aun había luz de día y me acuerdo que nos costó dar con nuestro hotel. Mi temor más grande era perderme en Japón. Y cuando oscurece me pongo muy nerviosa si no estoy en un lugar conocido. Así que tuvimos que preguntar a varias personas, entramos a negocios, y nada. Yo había llegado al lugar incluso por google earth antes, pero no lograba dar con la fachada del edificio. Y de repente, apareció. A Dios gracias. Hicimos nuestro Check-In en el mezón, atendidas por una chica italiana, lo que fue muy emocionante, ya que pude practicar con ella el empolvado y oxidado italiano que se. Nos instalamos y salimos a conocer. Solo estaríamos dos días en Osaka y por dos cosas muy puntuales para mí: Dotonbori y el Universal Studio Japan.

En la próxima entrada me extenderé sobre estos dos días. Muchas gracias por leer, y anímense, que no hay nada que no puedan hacer si así lo deciden. ZikZin!